Castillo de Denia
Todo empezó con estas miniaturas.
A la izquierda, el primer y más pequeño cuadro (11 x 11 cm) sobre cartón para pintar hecho por uno mismo a partir de los recortes de una vela original de casi 50 metros cuadrados.
A la derecha, el formato midi (15 x 15 cm) sobre lienzos usados sobre los que he pintado.
![20230413_155010ab](https://levanteymar.com/wp-content/uploads/2023/09/20230413_155010ab.jpg)
![20230415_170557_k](https://levanteymar.com/wp-content/uploads/2023/09/20230415_170557_k.jpg)
¿Reconoce este lienzo?
Es la Belleza Negra del making-of en el que mostré cómo hago mis lienzos con las dos velas viejas. Tuvo que esperar seis meses, preparada y lista, para este momento.
Lo que tienen en común todos los cuadros de Denia, grandes y pequeños, es que están pintados sobre imprimación negra.
Quizás un poco en orden histórico, primero la colina del castillo, luego el Castillo y más tarde emerge la silueta de la ciudad y los coloridos puestos del puerto.
![20230507_152225_k](https://levanteymar.com/wp-content/uploads/2023/09/20230507_152225_k.jpg)
![20230521_185944_k](https://levanteymar.com/wp-content/uploads/2023/09/20230521_185944_k.jpg)
Se están instalando las primeras ventanas y los barcos ya han atracado.
Cuando las casas están terminadas, le siguen las zonas verdes con las palmeras y lo más importante de todo: la luz y sus reflejos en el agua.
![20230609_183107_k](https://levanteymar.com/wp-content/uploads/2023/09/20230609_183107_k.jpg)
![20230829_124123ab](https://levanteymar.com/wp-content/uploads/2023/09/20230829_124123ab.jpg)
Tras lo que parecen infinitas pinceladas, se alza majestuoso: el Castillo del puerto de Denia.